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Retrato de Hamlet Lima Quintana
Birome sobre papel.
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Hamlet Lima Quintana nació el 15 de
setiembre de 1923 en la ciudad de Morón (Provincia de Buenos Aires, República
Argentina) pero aprendió a caminar en Saladillo, como él solía decir,
(Provincia de Buenos Aires) y en su obra plasmó los colores, los sabores, las
personas, las costumbres de la pampa húmeda. Heredó de su familia la pasión por
la poesía y la música: su padre escribía y su madre tocaba el piano. A partir
de allí, hizo sus propias armas para consolidarse como uno de los más grandes
creadores argentinos.
Es autor de una de las páginas más importantes de nuestra literatura. Como
poeta tiene más de 200 canciones registradas, irrumpió en los '50 con "La
amanecida" -que marcó un antes y un después en la historia del folklore-,
y más tarde con la "Zamba para no morir" afirmó su estilo renovador.
Como escritor ha publicado 29 libros, entre relatos, poesías, cuentos y biografías,
más de 400 canciones y el reciente título "Las otras casualinas". Y
la cantata al Che Guevara, "El diario del regreso", que con música de
Oscar Cardozo Ocampo (fallecido durante el año pasado) fue grabada por Jairo.
La que está recibiendo los más altos reconocimientos por su aporte a la cultura
internacional, luego de haber sido ovacionada, en Santa Clara, Cuba.
Entre las décadas del ‘40 y el ‘60, fue músico y cantor, primero en la compañía
de Ariel Ramírez, luego en Los Musiqueros y más tarde en Los Mandigas. También
formó un dúo con Mario Arnedo Gallo y finalmente fue solista, hasta que dejó de
cantar.Uno de sus mayores intereses fue "llegar a la gente" y mucho
contribuyó a ese propósito su participación en diversas redacciones periodísticas
(fue redactor de la agencia de noticias United Press y de la sección Política
de Clarín) y el contacto como cronista y juglar con los habitantes de las
villas marginales que rodeaban a Morón. Para narrar en vivo la vida de Esteban
Echeverría, convirtió la biografía del autor de "La cautiva" en un
gran canto que acompañó con guitarra y voz.
Hamlet Lima Quintana falleció el 21 de febrero de 2002 a los 78 años, víctima
de un cáncer de pulmón.
Pero no se fue del todo. Se fue con el cuerpo asombrado y la voz ronca de
gritar que volverá, como prometía en aquella emblemática letra de Zamba para no
morir. El se quedará en sus letras, en la voz del pueblo y los músicos que
llevan su palabra imprescindible por los escenarios, del país y el mundo .
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Zamba para no morir
Romperá la tarde mi voz
hasta el eco de ayer.
Voy quedándome solo al final
muerto de sed, harto de andar
pero sigo creciendo en el sol, vivo.
Era el tiempo la flor,
la madera frutal,
luego el hacha se puso a golpear,
verse caer, sólo rodar
pero el árbol reverdecerá, nuevo.
Al quemarse en el cielo la luz del día, me voy
con el cuerpo asombrado me iré
ronco al gritar que volveré
repartido en el aire al gritar, siempre.
Mi razón no pide piedad
se dispone a partir.
No me gusta las muerte ritual
sólo dormir, verme borrar
una historia me recordará, vivo.
Veo el campo, el fruto, la miel
y estas ganas de amar.
No me puede el olvido vencer
hoy como ayer, siempre llegar
en el hijo se puede volver, nuevo.
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