jueves, 20 de mayo de 2010

MURAL DE CARLOS GARDEL

José Francisco Razzano nació en Montevideo , a pocos pasos de la Plaza Independencia, en una casa de la calle Policía Vieja N° 14, el 25 de febrero de 1887. Dos años apenas tenía cuando ante la desaparición de su padre, su madre se traslada a Buenos Aires, barrio de Balvanera (en aquel entonces arrabal, hoy integrado a la zona céntrica).

Brindaba José Razzano una espléndida voz de tenor, de perfecta afinación, que amalgamaba perfectamente con el registro de Gardel. Decía don José Di Clemente con absoluta seguridad que Gardel-Razzano eran formidables. En sus presentaciones personales y que los discos jamás reflejaron, con la precariedad de grabación de entonces el verdadero valor de sus interpretaciones.Al comienzo de su labor fonográfica, iniciada en mayo de 1917 figuraban como autores de casi todas las canciones, detalle no del todo veraz. Puede asegurarse sí, que A mi morocha que canta Razzano a sola voz, era de su autoría exclusiva, dedicado a doña Cristina Chirinícola, su ejemplar esposa.El triunfo y la popularidad de Gardel-Razzano no conoce límites. Trabajan intensamente. Viajan a Uruguay, Brasil, Chile y España hasta que, al llegar 1925, Razzano, con su garganta seriamente afectada deja de cantar.





El mural fue realizado en la casa del Gran Jose Razzano,un lugar con un alto contenido historico para los que disfrutan del tango,ahora es un lugar de pension ubicado en Bonorina 477 (Barrrio de Flores)

En otro de los cuartos se encuentra un fragmento del Tango ¨Mano a Mano¨ compuesto por el duo GARDEL/RAZZANO...

Mano a mano
Tango 1923
Música: Carlos Gardel / José Razzano
Letra: Celedonio Flores
Rechiflado en mi tristeza, te evoco y veo que has sido
en mi pobre vida paria sólo una buena mujer.
Tu presencia de bacana puso calor en mi nido,
fuiste buena, consecuente, y yo sé que me has querido
como no quisiste a nadie, como no podrás querer.

Se dio el juego de remanye cuando vos, pobre percanta,
gambeteabas la pobreza en la casa de pensión.
Hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta,
Ios morlacos del otario los jugás a la marchanta
como juega el gato maula con el mísero ratón.

Hoy tenés el mate lleno de infelices ilusiones,
te engrupieron los otarios, las amigas y el gavión;
la milonga, entre magnates, con sus locas tentaciones,
donde triunfan y claudican milongueras pretensiones,
se te ha entrado muy adentro en tu pobre corazón.

Nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado;
no me importa lo que has hecho, lo que hacés ni lo que harás...
Los favores recibidos creo habértelos pagado
y, si alguna deuda chica sin querer se me ha olvidado,
en la cuenta del otario que tenés se la cargás.

Mientras tanto, que tus triunfos, pobres triunfos pasajeros,
sean una larga fila de riquezas y placer;
que el bacán que te acamala tenga pesos duraderos,
que te abrás de las paradas con cafishos milongueros
y que digan los muchachos: Es una buena mujer.
Y mañana, cuando seas descolado mueble viejo
y no tengas esperanzas en tu pobre corazón,
si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo,
acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo
pa'ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión.


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